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Todos sabemos que los caballos no nacen con herraduras.
Y que las herraduras son en realidad un invento relativamente recientes (se llevan usando unos mil quinientos años).
Y es que la finalidad de la herradura es proteger al casco del caballo.
Al menos en principio esa es la idea.
¿Por qué descalzar al caballo?
Cuando el caballo se empieza a usar de modo muy intensivo para trabajar, llevar cargas y desplazarse durante kilómetros y kilómetros con jinetes o fardos, el desgaste que sufren los cascos es superior al que se produce en el caballo salvaje.
Y para evitar dicho desgaste, que le produciría grandes dolores y lesiones a los animales afectados, se colocan las herraduras.
Éstas se ocupan de absorber el desgaste excesivo y protegen a la pezuña de lesiones, especialmente ante suelos muy abrasivos.
Pero a cambio evitan la movilidad natural de las estructuras del casco, que son flexibles y elásticas, y al quedar sujetas por la herradura, no pueden amoldarse al terreno con naturalidad.
Esto puede derivar en problemas de salud del casco.
También pueden surgir problemas de conformación del mismo cuando los sucesivos recortes, al cambiar las herraduras, van dando una forma poco natural al casco, para adaptarla mejor al herrado que al movimiento del animal.
Y si el casco cambia de forma, el modo de caminar y el reparto de las cargas en las extremidades también se modifica.
En la actualidad, partiendo del hecho de que muchos caballos no trabajan tanto como lo hacían antes, ni lo hacen por suelos tan abrasivos, y que empieza a importar más el bienestar del animal (y de sus cascos) que una buena adaptación a las herraduras, es frecuente ver caballos que van descalzos.
Y eso es lo que se entiende por Barefoot: caballo descalzo.
Sin embargo, esta técnica no consiste en quitar las herraduras, recortar un poco y ya.
Hay que tener un gran conocimiento de la forma del casco, de sus estructuras naturales y de cómo funciona el conjunto casco-tejuelo-circulación-articulaciones para realizar unos cuidados óptimos que permitan devolver a la pezuña su forma natural y la máxima funcionalidad.
También es necesario un tiempo de adaptación, durante el cual es muy posible que el animal no pueda realizar (al menos no cómodamente o con el mismo rendimiento) el trabajo que ha venido haciendo hasta ahora.
Así que buscando una mejor funcionalidad de los cascos, un mayor bienestar del animal y una mejor adaptación al terreno, se quitan las herraduras a muchos caballos para empezar a manejarlos con la denominada «técnica Barefoot».
¿En qué consiste el Descalzo en caballos?
La técnica de descalzo en los caballos implica realizar un cuidado natural de los cascos, manteniéndolos sin herraduras para que se desgasten de forma natural y no sufran un crecimiento excesivo, deformaciones y otros trastornos.
Beneficios del descalzo en caballos
Se produce una mejora en la forma, calidad y salud del casco
Puedes decir adiós a la pérdida de herraduras.
Se propicia un mayor interés del propietario en el cuidado de los cascos (más aprendizaje).
Favorece el uso natural del casco, ya que se permite un movimiento natural del mismo, mejorando la circulación y la estructura del talón,
También hay una mejor adaptación a los estímulos del suelo. Lo mismo ocurre con la suela.
Además, los jinetes de enduro relatan mejores tiempos de recuperación y mejores frecuencias cardíacas en los animales descalzos.
Inconvenientes del descalzo en caballos
La transición requiere de un tiempo variable.
Quitar las herraduras es parecido a descalzarse uno mismo: no puedes salir a correr por un camino de grava con los pies al aire sin más, pues las plantas de tus pies sufrenán (y tú también).
Algunos caballos lo harán sin apenas problemas, otros requerirán más tiempo y ayuda para soportar la suela, modificar la forma del casco hacia la naturaleza y habituarse a la falta de protección de la herradura.
Para los últimos últimos suele ser necesario usar las botas de transición que les sean ser montados o caminar sin molestias mientras los cascos se recuperan.
Sí, existen los zapatos para caballos, 🙂
En otras ocasiones, cuando el caballo descalzo transite por superficies poco habituales, puede necesitar el calzado de modo puntual en dichas superficies.
También pueden ser necesarios los zapatos en caballos que estén sueltos en terrenos con superficies muy abrasivas, ya que el desgaste puede ser superior al crecimiento del casco.
Generalmente el caballo descalzo suele requerir de un recorte más habitual para ir devolviendo la forma original del casco.
Este recorte deberá hacerse cada 4-5 semanas en lugar de las 8 habituales en caballos herrados. El herrador debe ocuparse de seguir de cerca al caballo descalzo y él mejor que nadie sabrá qué regularidad de recortes necesita.
Lógicamente es necesario tener también presente la dieta del caballo.
Una dieta inadecuada no podrá desarrollar un casco saludable, y descalzar al caballo no hará milagros.
Debe cuidarse mucho el aspecto alimentación.
¿Qué sucede en el pie descalzo del caballo?
Cuando el pie del caballo está descalzo, la biomecánica transfiere la carga soportada por el animal directamente a la ranilla, el cojín digital (la masa de tejido blando en la parte posterior del pie responsable de absorber los golpes contra el suelo) y el hueso.
En cambio, en un casco herrado la mayor parte del peso suele cargar sobre las paredes perimetrales de la pezuña.
De modo natural solo un pequeño porcentaje de la carga descansaría sobre la pared del casco, siendo la suela, la ranilla y las barras las responsables de absorber la mayor parte de la fuerza.
Otro beneficio relacionado y difícil de apreciar desde el exterior es que el hueso del pie se fortalece al cargarse el peso sobre la suela, la ranilla y las barras, en lugar de quedar «flotando» en el interior de las paredes del casco, situación en la que las fuerzas de apoyo se transmiten vía tejido conectivo hasta el citado hueso.
Un beneficio fisiológico adicional de mantener al caballo descalzo es que la estructura del casco puede expandirse naturalmente.
Con herraduras, la expansión de esta estructura se ve enormemente restringida, lo que facilita una serie de problemas, como el entorpecer la circulación del pie, que pueden derivar en alteraciones de la salud del pie del caballo.
En el caso de que el caballo lleve botas, existe también cierta restricción de la expansión normal de la cápsula del casco (aunque bastante menos que con herraduras).
Esta restricción dependerá del tipo de zapato y el método de sujeción del mismo.
Y es que hay zapatos que van encolados a la suela, y otros que se sujetan de modo externo mediante velcros, cierres metálicos o fijadores de distintos modelos.
Esto es importante tenerlo en cuenta si vas a elegir una bota para tu caballo descalzo. Ya que si el modelo restringe notablemente la expansión de la pezuña, perderás un importante beneficio de la técnica Barefoot.